El radiotelescopio chino-argentino es un proyecto que nace al calor de un acuerdo firmado, en el año 2015, por la Universidad Nacional de San Juan, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, la academia de ciencias chinas, el National Astronomical Observatory of China y el gobierno de la provincia de San Juan. Sin embargo, hoy se encuentra suspendida su instalación porque el acuerdo venció el 22 de junio del corriente año y el CONICET no aprobó su renovación; porque “desde el gobierno nacional quieren renegociar algunas de las cláusulas, como el tiempo de uso”.
Desde entonces, están retenidos en la Aduana las piezas e instrumentos que la República Popular China envió para continuar la instalación de la antena del radiotelescopio. Y ya hay algunas publicaciones internacionales especializadas que alertan que esta situación se da como una estrategia del gobierno nacional para “seducir al presidente norteamericano, Donald Trump”.
En contacto con “Laboratorio de Ideas” el secretario de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de San Juan, Pablo Diez adelantó que “el telescopio se está armando en el Parque Nacional de la ciudad, donde la casa de altos estudios tiene su Observatorio Astronómico con telescopios de otros países del mundo”.
El especialista explicó que la confluencia de tecnología de muchas naciones allí se explica porque “están emplazados entre la pre cordillera y la cordillera, y el cielo no tiene tanta contaminación lumínica. Además, la mayoría de los días del año no está nublado y se puede mirar para arriba”.
Seguido, explicó que para la instalación del nuevo equipamiento “hubo que hacer varias obras de infraestructuras anexas y eso lleva un tiempo” y destacó que hoy “si miramos todo el proyecto estamos por la mitad. Y si hablamos sólo del ensamblaje del radiotelescopio, éste está en un 70%”.
Por lo tanto, lamentó que su concreción esté frenada dado que “en Sudamérica no hay otro radiotelescopio como este y nos posicionaría como el lugar más importante del hemisferio sur para la observación”, dado que este nuevo equipamiento se suma a los otros que ya están instalados y en funcionamiento generándose un gran atractivo para “científicos de todo el mundo que viajan a San Juan o se conectan por la red para utilizar toda esta tecnología” que “va a poder funcionar con otros radiotelescopios en red para hacer triangulaciones de ondas”.
Y concluyó “desde lo científico es importantísimo. Y desde lo no científico también porque gracias a las obras que se han hecho, se han mejorado las condiciones de vida de las comunidades cercanas. Y desde lo turístico también es imponente por las fotos que se pueden tomar, sin contar todo el movimiento económico que implicaron e implicarán las obras”.
Finalmente, Diez analizó la críticas al proyecto y enfatizó que “este es un desarrollo que está en el predio de la Universidad” donde hay “ingenieros, técnicos y científicos” y por lo tanto “si se usase para algo raro” como aplicaciones militares o espionaje “nos daríamos cuenta. Creamos un poquito en las capacidades. Nosotros somos ingenieros estudiados en San Juan y trabajamos con investigadores de todo el mundo. No somos tan sonsos y nos daríamos cuenta si hay algo raro”.
Además, “China, en este momento, está poniendo robots en la luna, y naves en Marte. Por lo tanto, si quiere hacer espionaje, le sería más fácil poner un satélite arriba de un país, que venir a poner una antena al otro lado del planeta para escuchar algo. Sin contar que, el convenio firmado establece que toda la información que se genere va a estar abierta a la comunidad científica de todo el mundo en una página web. Es decir que no se está ocultando nada”, cerró.