En diálogo con el programa Perdidos en el Espacio, el multiinstrumentista habló de la imagen que se ve en sus flyers y precisó: “Es un ciruja venido a menos que en algún momento fue elegante. Partí de una imagen que era en un camión severo, que utilizaron en la película Lulú, y tuve una epifanía de una corona arriba de todos esos huesos y cachos de grasa. Eso me disparó un poco sobre el personaje este que desarrollo ya hace varios años, que es una suerte de Buster Keaton que habla o un Chaplin que canta. Fui dándole forma a este vagabundo que perteneció a las clases altas y decidió tomar esta vida tan dura que es la vida del músico”.
Asimismo, destacó: “La música no deja de ser un clima que te sugiere algo y te dispara las ideas. De alguna manera fui disimulando y entrando como en otra atmósfera, saliendo un poco de la tecnología, me fui a la vereda contraria de alguna manera. Sin dejar esa búsqueda que tengo ya desde estudiante, en mi adolescencia, de cuando en la música electrónica se cortaban las cintas y se empalmaban. Tengo un poco una base de esa música que para mí fue la música contemporánea y que ahora de alguna manera es una música de museo que se fue mezclando con la actualidad”.
Cabe destacar que Daniel Melingo se presentará este sábado 23 de agosto a las 20.30 horas en Café Berlín (Av. S. Martín 6656, CABA). “De alguna manera recogí el guante de lo que dejó Piazzolla. Él se encargó de inventarlo y llevarlo a su máximo exponente con su música. Entonces recoger esa estética es de alguna manera peligroso en cuanto a la originalidad. Juan Carlos Cáceres decía que la modernidad está en los orígenes, entonces retrocedí en el tiempo de alguna manera con mi investigación y un poco con lo que estoy desarrollando ahora en el documental de Tangos Bajos”, reflexionó en el cierre de la nota.