En diálogo con El Repaso comentó que lo conoció durante su etapa como obispo de la ciudad de Buenos Aires, cuando cursaba el seminario.
“Me marcó su humildad, sencillez y cercanía, que nunca negoció más allá de sus cargos y roles, siempre se mantuvo como la misma persona”, dijo, al tiempo que agregó: “Siempre estuvo atento para responder a cada uno que le solicitaba algo y difundiendo su mensaje de cuidado y cercanía con los más pobres. Con palabras y hechos defendió a los que la sociedad quiere descartar, como él decía, para que como iglesia y sociedad los abracemos y no los dejemos afuera”.
Seguido, remarcó como hito que “el mensaje de Francisco es una iglesia en salida, que no está encerrada dentro del templo esperado, que la gente llegue sino que sale a buscar al que está perdido, enfermo, en la cárcel, o con adicciones. Prefiero una iglesia accidentada por salir y chocar, que una iglesia enferma por quedarse guardada en su seguridad”, citó.
En ese marco, “le daba lugar al diálogo y al encuentro a todos, no le importaba si era de izquierda o de derecha. Si uno lee y escucha su mensaje uno descubre que tenía una cabeza brillante, veía una jugada 5 meses antes que el resto. No sólo hablaba como una figura religiosa sino como una figura política, su mensaje tenía una contundencia que revelaba algo que al mundo le estaba pasando”, cerró.