Al comienzo de la entrevista, Manuel Soriano fue consultado por su libro Las cosas que veo y detalló: “Son todas crónicas muy callejeras. Lo empecé durante pandemia, pero no fue un diario de pandemia. Hay una crónica que habla sobre una plaza que está cerca de mi casa, que es una plaza que está dividida por actividades. Entonces ahí pretendía radiografiar como si fuera metro a metro lo que veía y a la vez contar una historia personal que era la que me estaba pasando en ese momento, que me había separado pero seguía viviendo con mi ex mujer y mi hija”.
Además, en diálogo con el programa Perdidos en el Espacio, manifestó: “Ese tipo de crónicas muy cotidianas, ahí vas encontrando cositas que están como apenas corridas del eje entre lo que es Montevideo y Buenos Aires”. A lo que agregó: “Es un libro que yo quiero muchísimo y estuve a punto de publicarlo en Argentina con la Editorial Orsai, pero después me han comunicado que no es el mejor momento para el mundo editorial así que está medio en stand by”.
Por otra parte, se refirió a la serie cooperativa Ángel y a cómo fue su acercamiento a este mundo, y señaló: “El guion era algo en lo que incursioné sobre todo ayudando a otra gente, porque a diferencia de la escritura de libros es algo que te pagan en el momento”. Mientras que continuó: “Después de ayudar en varios guiones, escribí uno para una miniserie. Lo escribí sin pensar mucho para donde iba a ir, sabía que era una comedia negra al estilo Louie. Cuando la empecé a mostrar a algunos productores y plataformas, me dijeron que era impasable en la televisión”.
“Fui descubriendo que es bastante difícil producir una serie y tener control sobre ella, algo que en los libros vos tenes como algo totalmente incorporado. Entonces lo que se fue dando es que me uní a dos productoras cooperativas acá en Uruguay y le fuimos encontrando una forma de producción en la que yo podía hacer la serie que quería sin tener que cambiarle nada. Hubo que reducir presupuesto y convencer a mucha gente”, afirmó. “No es que me vaya a dedicar a esto para siempre, pero fue una experiencia increíble porque es muy distinto a escribir”, adicionó.
Asimismo, precisó: “En este tipo de producto que es el que hicimos nosotros, yo te cuento la parte esta de la producción cooperativa que tiene su costado romántico y lindo. Pero en realidad en sí es una cuestión práctica, era la única forma que tenía de poder filmar lo que quería con el guion y de la forma que quería (…). Una idea que yo tenía clarísima era que quería que fuera toda la historia en blanco y negro, pensaba que iba muy bien con el Montevideo que yo quería filmar. Pero ese tipo de cosas son un poco incompatibles con lo que es el mercado audiovisual”.